El aprendizaje de la geografía en el salón de clases
Marvin Carvajal Barrantes
Alfredo Muñoz Arroyo
Geovanny Cambronero Salazar
Dulia Zúñiga Gómez
Es común valorar al mundo que nos rodea, como una enorme máquina viviente, la cual está en constante proceso de transformación.
Nuestro planeta es muy dinámico y a su interior ocurren múltiples fenómenos, dentro de los cuales la vida animal, vegetal y unicelular (manifestaciones de una vastísima riqueza biológica en términos de variedades) se adaptadan a las condiciones específicas de la cada zona geográfica.
Al igual que la vida, otros fenómenos físicos, que aparentemente no tienen relación con ella, influyen de una u otra manera en las condiciones en que la vida se manifiesta.
Son producto del funcionamiento interno del planeta tierra los procesos geológicos que aun hoy día están en marcha y que han contribuido, desde siempre, a la formación y transformación del relieve y el entorno, así como los fenómenos que ocurren en forma natural, tales como la lluvia, el viento, las inundaciones, los deslizamientos, los sismos y los tsunamis.
El propósito de este artículo es coadyuvar a la creación de una nueva visión de los desastres para la prevención, mitigación y reducción del riesgo que conduzca hacia el verdadero desarrollo sostenible.
a. La prevención de desastres
El concepto de desastre deviene como resultado de las alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y el entorno ambiental, causados por sucesos naturales o generados por el ser humano y que necesariamente excede la capacidad de respuesta de una determina comunidad afectada. Es la materialización de riesgos no manejados y un problema de desarrollo, por lo que existe la necesidad de enfrentarlos en sus causas: prevención, mitigación, reconstrucción y eliminación de la vulnerabilidad (PNUD/UNICEF, 1997, p. 12; Zilbert, Módulo 1, 1998, pp. 15-16; CEPAL / BID, 2000, p. 1).
La prevención incluye aquellas actividades destinadas a proveer protección permanente, mediante el control de los efectos del fenómeno. La inversión en medidas de prevención se justifica en áreas afectadas frecuentemente por los desastres.
La mitigación se define como el conjunto de medidas que se toman antes de un evento, para reducir al mínimo las pérdidas humanas y materiales.
En tanto, la rehabilitación es una acción posterior a los planes de respuesta. Y la reconstrucción es el proceso de recuperación a mediano y largo plazo del daño físico, social y económico, a un nivel de desarrollo igual o superior al existente antes del evento (Solano, 2003, p. 97).
Es por ello que el nuestro gobierno debe propiciar el cambio de mentalidad en la población costarricense, respecto al manejo de los posibles desastres, ya que se han enfrentado numerosas situaciones, provocadas por los fenómenos de la naturaleza o por usos incorrectos del suelo, lo que ha ocasionado serias consecuencias en términos de pérdidas humanas y materiales.
Generalmente se piensa que los fenómenos naturales son peligrosos, difíciles de prevenir y controlar, y deben ser atendidos en el momento que ocurre la emergencia; pero, el problema de fondo, es que la comunidad humana mantiene una convivencia no sostenible con el ambiente. De ahí la necesidad de crear una nueva visión de los desastres que busca prevenir, mitigar y reducir el riesgo existente en la sociedad, para el desarrollo sostenible.
b. Los tipos de vulnerabilidades
La amenaza o peligro es la probabilidad de que ocurra un evento potencialmente destructivo en cierto período y en un determinado espacio. Mientras la vulnerabilidad es el grado de pérdida de un elemento o elementos bajo riesgo, como resultado de un evento destructivo. El riesgo es el grado de pérdidas esperadas, debido a la ocurrencia de un evento particular, como resultado de la amenaza y la vulnerabilidad (Zilbert, Módulo 1, 1998, pp. 1-3; Solano, 2003, p. 97).
Las comunidades se encuentran constantemente expuestas a distintos tipos de vulnerabilidad:
• La natural: se está expuesto a eventos de la naturaleza.
• La política: las políticas y decisiones del escenario nacional ignoran la gestión local.
• La económica: se manifiesta cuando por falta de recursos financieros, se modifica el diseño de una obra civil.
• La técnica: deficiencia o ausencia de estudios.
• La ideológica: es cuando el desastre se interpreta como un castigo divino.
• La institucional: la burocratización de las instituciones hacen lento todo el proceso de desarrollo.
• La educativa: inercia de la estructura social para que la información llegue a niveles populares.
• La legal: el contenido y redacción de las leyes no se ajusta a los conocimientos técnico – científicos actuales.
• La psicológica: alteración emocional de una persona, provocada por la obligación de proteger la familia y los bienes materiales ante el impacto de un desastre.
• La administrativa: lentitud y rigidez del sistema institucional.
• Global: sumatoria del conjunto de vulnerabilidades antes citadas.
Entre las principales causas de la vulnerabilidad están: los altos grados de pobreza, la exclusión socioeconómica y el deterioro del ambiente. La población pobre es la más vulnerable y frágil, puesto que viven en las zonas de mayor riesgo y tienen poco acceso a la información técnico- científica (PNUD/UNICEF, 1997, p. 13-15; CEPAL / BID, 2000, p. 2).
Estos aspectos son muy importantes y deben ser tomados en cuenta a la hora de diseñar un plan de prevención para la evaluación de las posibles situaciones de amenaza y los tipos de vulnerabilidad.
c. La gestión integral del riesgo
La inversión económica sigue siendo clave para la realización de obras civiles que ayuden a la prevención y mitigación ante los efectos de posibles eventos. También es de suma importancia el incremento de la capacidad organizativa y participativa de las comunidades, para la gestión integral del riesgo (CEPAL / BID, 2000, p. 5).
Se define como la capacidad de las sociedades y de sus actores sociales de transformar sus condiciones de riesgo, para garantizar el desarrollo sostenible a escala comunal, regional y nacional, por lo que es importante el diseño de iniciativas, propuestas y esfuerzos, ante posibles situaciones de crisis que se puedan vivir (Zilbert, Módulo 1, 1998, p. 4).
Este es un primer ejercicio que debe efectuarse en el escenario de la comunidad, para que los ciudadanos participen activamente en la solución de los principales problemas, y tomen conciencia de que es posible transformar las condiciones de vulnerabilidad en los sitios peligrosos de la localidad.
La habilidad que se tenga para actuar sobre los factores que causan un desastre, determinará su mitigación o desarrollo (Op. Cit, p. 8). Las acciones que se definan deben estar dirigidas a la transformación de las condiciones de riesgo, en las que se posibilite la participación integral de los funcionarios del Estado y de la sociedad civil.
Es muy importante conocer la experiencia y actitudes de las personas, por el simple hecho y significado de convivir en un determinado sector de riesgo, tanto físico como social; esto para la promoción del aumento de la capacidad organizativa, social e institucional, con el propósito de mitigar el posible impacto de un evento. Ello implica la evaluación cuidadosa de los principales procesos creadores de vulnerabilidad (Solano, 2003, p. 41-42).
Así los habitantes de la comunidad deben tomar conciencia e informarse de los problemas ambientales más frecuentes que los afectan cotidianamente, con el propósito de elaborar propuestas de intervención.
d. El ordenamiento territorial y el bienestar comunal
Es necesario fortalecer, con prioridad, las capacidades de gestión territorial participativa en todos los niveles y escalas, por la persistencia y el incremento de los desastres, como efecto del crecimiento demográfico. Se debe redefinir el papel de los diferentes actores sociales y sus relaciones, combinados con procesos innovadores y efectivos en dicha gestión.
En el ámbito comunal el diseño del plan debe considerar el papel que se debe asignar a todos los actores sociales, sean profesionales, comerciantes, campesinos, obreros y otros.
El ordenamiento territorial busca el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades, apoyado en esfuerzos dirigidos hacia la promoción de un cambio de actitud en cuanto a las prácticas sobre uso y manejo del medio.
El ordenamiento territorial, con los Planes Reguladores, como principal herramienta para la planificación local, los que incluyen un conjunto de mapas y planos, reglamentos y otros documentos relativos a la planificación, políticas sobre uso del suelo, vías de comunicación, servicios públicos, rehabilitación y conservación de áreas urbanas, permitirá realizar zonificaciones de amenazas en todos sus órdenes, mediante la aplicación de leyes y reglamentos, basados en información técnica y científica sobre el ambiente.
Lo importante es asegurar y garantizar la sensibilidad y la responsabilidad en el cumplimiento de los compromisos políticos, técnicos y administrativos entre los sectores salud y las municipalidades, para que el trabajo de la Gestión Local de Riesgo lleve efectivamente a la reducción de las diferentes vulnerabilidades que coexisten en el territorio bajo su jurisdicción (Op. Cit., p. 84 – 87).
En el escenario comunal implicará la adecuación del plan y de la gestión local a lo estipulado en el nivel regional y nacional, con base en la información que proporcionen los distintos documentos técnico – científicos.
e. La reducción del riesgo ante el peligro
Existen dos alternativas en cuanto a prevención y mitigación de desastres. Una se orienta al desarrollo de áreas seguras a través de la aplicación de políticas de Ordenamiento Territorial. Otra que soporte los efectos de los eventos naturales, mediante obras materiales para minimizar los daños.
El uso de técnicas participativas, en el diagnóstico y planificación a nivel local, se han convertido en verdaderos instrumentos de corte proactivo, para la implementación de proyectos de prevención y mitigación ante amenazas naturales y antrópicas.
Se debe regular el uso del territorio y de sus recursos, para manejar con eficiencia los procesos de crecimiento económico y social, con el fin de minimizar las condiciones de vulnerabilidad de la población ante los peligros naturales, emprender un manejo de los riesgos y realizar una evaluación de las capacidades geoambientales, como pilar de las estrategias en la estructuración del espacio geográfico (Op. Cit., p. 88 y 92).
Una propuesta de ordenamiento territorial del área local y sus alrededores, de acuerdo con lo observado, analizado y estipulado por la legislación vigente, debe ponerse en práctica, para visualizar que el desarrollo sostenible es viable técnicamente.
Entre las estrategias de ordenamiento territorial, aplicadas a la Gestión Local de Riesgo, se encuentran (Op. Cit., p. 93 – 94):
• Síntesis de las situaciones territoriales para la toma de decisiones.
• Diagnóstico e inventario de situaciones que conllevan algún peligro.
• Realización de los cambios de ocupación y el uso del suelo.
• Readecuación o relocalización de los elementos vitales o vulnerables expuestos al riesgo.
• Desarrollo de la participación comunitaria para la implementación de medidas de mitigación necesarias para la reducción de las vulnerabilidades.
• Estudio de la legislación existente.
• Financiamiento de los proyectos habitacionales requeridos para realizar las reubicaciones de población vulnerable.
• Capacitación al personal de los gobiernos locales.
• Fortalecimiento de las estructuras interinstitucionales e intersectoriales.
• Implementación de consultas colectivas para el ordenamiento espacial
• Establecimiento de controles ambientales sobre los proyectos existentes y propuestos.
• Fortalecimiento de los sistemas presupuestarios y financieros de los municipios.
• Establecimiento de monitoreos permanentes y continuos sobre el medio ambiente.
Así la autogestión en el nivel comunal es un proceso que puede permitir el análisis del entorno, la propuesta de actividades y mecanismos, para la resolución de problemas y la satisfacción de necesidades en materias de reducción del riesgo.
Este ejercicio es necesario para que los ciudadanos sean conscientes de sus derechos y responsabilidades, además de que se comprometan con el desarrollo sostenible de manera activa, sabiendo utilizar adecuadamente la información técnico- científica en materia ambiental.
f. El Comité de Emergencia Comunal
Los comités comunales de emergencia deben estar integrados por dirigentes de la comunidad y representantes de grupos comunales organizados que tengan poder y capacidad de convocatoria.
La Comisión Nacional de Emergencia apoya la formación de este tipo de organizaciones, en aquellos lugares donde se prevé la existencia de amenazas que exigen una adecuada respuesta de la población. Las funciones de los comités comunales son específicas de acuerdo con los lugares y los problemas para los cuales se crean (CNE. “Comité Comunal de Emergencia).
Algunas de las funciones del comité comunal son las siguientes:
• Desarrollo de acciones tendientes a disminuir el grado de vulnerabilidad de los pobladores ante situaciones de emergencia o desastre.
• Identificación de las amenazas existentes, áreas edificadas y otros (por medio de hojas topográficas).
• Promoción de acciones comunales para reducir el peligro que representan las amenazas.
• Desarrollo de acciones para que las instituciones del Estado atiendan situaciones que puedan constituir una amenaza o haga vulnerable a la comunidad.
• Respuesta organizada por parte de la comunidad, ante situaciones de emergencia o desastre.
Ante la ocurrencia de un evento hay una serie de acciones que trascienden el nivel operativo, es decir, se dan como necesidad, tales como atender la emergencia con o sin la ayuda de las instituciones responsables de darla. Entre esas acciones se pueden destacar: brindar asistencia pre-hospitalaria (primeros auxilios), evacuación (movilización, alojamiento temporal y reubicación de los afectados), perimetraje de las zonas afectadas, rescate de víctimas, transporte y vigilancia (Ibidem).
En suma, la gestión del riesgo no solo es un asunto del Estado, si no que compete directamente a todas las comunidades del país. Presupone el desarrollo de una serie de acciones preventivas, para mitigar el impacto de futuros eventos y la realización de obras que disminuyan los factores de riesgo y contribuya al desarrollo sostenible. Para ello, es de vital importancia la participación comunitaria, que por ley es dirigida por la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias.
5. Vygotsky y el aprendizaje significativo
Se desea enfatizar en la importancia de utilizar la experiencia mediada para la construcción de nuevos conocimientos, a partir de los previos, mediante la interacción del individuo con su medio natural y social, creando las condiciones objetivas para que la persona pueda resolver problemas de manera autónoma.
a. La adquisición del conocimiento a través de la experiencia mediada
La educación es el proceso continuo de la enseñanza-aprendizaje, donde los individuos reproducen no solo su aspecto cultural, sino sus aspectos más relevantes en cuanto a su desenvolvimiento armónico, la convivencia y el bienestar de todos los miembros, en la medida en que los socializa y los integra a sus ideales, desarrollando así sus expectativas y desarrollo futuro. Esto significa que las personas tienen, como necesidad vital, interactuar para su adecuada integración a la sociedad.
¿Cómo produce el ser humano el conocimiento?
La mente del ser humano es una mente social, los procesos psicológicos, específicamente humanos, tales como la percepción, la atención voluntaria, la memoria, el razonamiento y la solución de problemas, son el resultado de la internalización de las relaciones sociales tal como se dan en una determinada cultura (Pérez, 2000, pág. 33).
De esa afirmación se deriva, para el aprendizaje y la enseñanza sistematizada, un principio fundamental, la de conocer la cultura de la cual procede la persona que aprende, ya que de ahí parte las formas de percibir el mundo, éstas serán determinantes para la apropiación de nuevos conocimientos. A partir del diario vivir y relacionarse el individuo puede profundizar en la búsqueda de explicaciones a sus interrogantes.
El principio histórico o genético, desde donde se podría entender por completo la actividad humana, cuando se conozca su origen, es su génesis. Es decir, al echar una mirada al lugar de origen desde el quehacer cultural nos lleva a explicar el porqué de las actividades que ahí se desarrollan.
Lev Vygotsky elaboró una visión sobre el desarrollo humano. En esa visión, el conocimiento acerca del desarrollo humano y de las ciencias, se ocupa de cinco aspectos centrales que se interrelacionan estrechamente: las funciones mentales, las habilidades psicológicas, la zona de desarrollo próximo, las herramientas psicológicas y la mediación.
Las funciones mentales inferiores son aquellas con las que se nace, son las funciones naturales y están determinados genéticamente; tales como la atención, la percepción, la memoria y el pensamiento.
Las funciones mentales superiores –“implica acciones y procesos de tipo instrumental y se caracteriza por la incorporación de signos desarrollados histórico-culturalmente, los cuales cambian por completo la naturaleza y expresión de los procesos psicológicos elementales antes desarrollados, dando pie a la aparición de procesos psicológicos superiores o instrumentales” (Rosas, pág. 31) - se adquieren y se desarrollan a través de la interacción social. Al estar inserto el individuo en una sociedad específica con una cultura concreta, estas funciones están determinadas por la forma de ser de esa sociedad.
En la interacción con los demás se adquiere conciencia de uno mismo, se aprende el uso de los símbolos que a su vez, permiten una forma de pensar más compleja. Por ello el ser humano siempre ha necesitado de símbolos para interactuar socialmente y desarrollar su conocimiento.
Para Vygostky, a mayor interacción social, mayor conocimiento, más posibilidades de actuar, robusteciendo aún más las funciones mentales.
Ante esta perspectiva, el ser humano es ante todo un ser cultural y esto es lo que establece la diferencia entre el ser humano y otro tipo de seres vivientes. A partir de esta afirmación el individuo no se relaciona únicamente en forma directa con su ambiente, sino también a través y mediante la interacción con los demás individuos.
El vínculo entre lo individual y lo social no se produce de manera “directa”. Es mediatizado por diversos sujetos colectivos –grupos, organizaciones, comunidades y masas-, estos sujetos colectivos se constituyen en actores sociales, cuando sus integrantes desarrollan intereses comunes y los expresan en su movilización activa, para lo cual requieren una identidad, un nosotros que les permita autoreconocerse para dar consistencia y continuidad a su acción (Riviére,1994, pp. 222).
Las emociones dentro del proceso de aprendizaje son de suma importancia, ya que la información solo crea raíces y es conocimiento, si está fundamentada emocionalmente. De ahí que sean relevantes los recuerdos y las aspiraciones que estén relacionadas con el lugar donde se habita, para el reforzamiento de emociones y sentimientos vitales que sirven para la formación de una identidad individual y comunal.
b. El vínculo entre el sujeto cognoscente y los objetos de conocimiento
La corriente de pensamiento actual sostiene que “el sujeto cognoscente tiene un papel activo en la producción del conocimiento” (Campos, 2000, p. 11).
En la actualidad se requiere una apertura sensible y responsable por la multiplicidad de conocimientos existentes, por lo que es necesario entenderlos según la gran variedad de interpretaciones.
Puesto que el sujeto cognoscente forma parte de la realidad que conoce, es en ella protagonista y coautor. Los procesos de identidad, organización y acción solidaria que pueden desarrollarse en el ámbito de cada comunidad son sencillamente esenciales.
Se destaca otro aspecto dentro de las habilidades psicológicas, es el principio de la interiorización, donde todos los procesos tienen su punto de partida en la cooperación e interacción social entre mayores y menores. Es precisamente en este punto donde tiene lugar la formación de nuestra conciencia de la realidad, es la reconstrucción interna a partir de una realidad externa; se debe precisar que el proceso de internalización se aplica sólo a los procesos psicológicos superiores.
Para Vygostky, se construyen funciones psicológicas superiores, a partir de la internalización de las herramientas semióticas (todo lo que se refiere al lenguaje). Lo que se construye es un sistema de herramientas conceptuales que permiten transformar al sujeto cognitivo en un mediador activo entre el mundo interno y un mundo externo. El modelo vigotskiano nos ofrece un sujeto con el espíritu abierto a la construcción de sentidos particulares.
La internalización de nuevas formas de mediación y/o de formas avanzadas, de las ya internalizadas, se constituye así, en un factor crucial en el desarrollo cognitivo. Precisamente la educación es en gran medida, un proceso de internalización intencionalmente orientado a incidir en la formación de la conciencia de la realidad de sus destinatarios (Frawley, 1999, pp. 134). Por tanto, lo individual tiene entonces su origen en lo social.
El ser humano es un ser armónico, integral, por lo tanto cualquier situación que se le presente, independientemente de la índole que sea, le va a afectar, ya sea de manera positiva o negativa; por lo que debe estar atento a todo aquello que sucede a su alrededor en el lugar que habita.
Vygostky destaca, también, el principio de medición, donde el uso de herramientas se presenta como una característica del desarrollo.
Las herramientas son en primera instancia, materiales, pero poco a poco son reemplazadas por palabras, conceptos, reglas y principios, con los que se puede pensar. Este principio se basa en la génesis de la mediación (Labinowicz, pág. 6).
El ser humano, en cuanto a sujeto que conoce, no tiene acceso directo a los objetos; el acceso es mediado a través de la herramientas psicológicas, de que se dispone, y el conocimiento se adquiere, se construye a través de la interacción con los demás, mediada por la cultura, desarrollada histórica y socialmente.
Así, la actividad y la iniciativa propia son la fuerza estimulante del desarrollo humano, éste se basa en lo adquirido de la cultura –determinante primario del desarrollo individual- dentro de la cual se crece y se educa. A través de la cultura, los individuos adquieren el contenido de su pensamiento (el conocimiento), nos dice qué pensar y cómo pensar, por eso Vygotsky sostiene que el aprendizaje es mediado. Para él este es un proceso permanente.
El aprendizaje depende de la existencia de conocimientos previos, en las que se integran los nuevos elementos, pero estas estructuras son antes sociales que individuales. Vygotsky cree que el aprendizaje más que un proceso de asimilación-acomodación es un proceso de apropiación del saber exterior.
La renovación pedagógica de finales del siglo XX y principios del XXI vincula el aprendizaje a la experiencia y se revisa esta tradición en función de los cambios que plantea la sociedad. Tomando en cuenta las nuevas teorías del aprendizaje y los retos educativos de la sociedad. Se desarrolla la idea de la importancia de la experiencia, como un recurso educativo, que debe ser implementada gradualmente en diversos momentos del proceso didáctico que se cualifican en función de finalidades y objetivos diferenciados (Vilarrasa, 2003, pág. 13).
c. La zona de desarrollo próximo
Es aquella en la cual la persona que aprende demanda ayuda o apoyo de una persona con mayor conocimiento o experiencia, pero conscientes de que en un futuro podrá resolver esas situaciones de manera autónoma.
Se dice que el ser humano tiene una “zona de desarrollo próximo” que es potencial; en ella la interacción es básica para estimular los aprendizajes. Las herramientas y estímulos que se propongan deben ser agradables e interesantes. Vygotsky indicaba así la posibilidad y la tarea de influenciar los procesos de desarrollo.
Por lo tanto, la educación tiene que estimular actividades en la zona del desarrollo próximo, con el fin de impulsar el proceso de desarrollo de las y los educandos.
En la formación de los conceptos él opinaba que “la educación debe fomentar sobre todo la formación de nociones y que éstas deben cumplir con las exigencias de la conciencia y dominación” (Labinowicz, Op. Cit.). Dichas nociones pueden recrearse en la interacción cultural, social y del territorio.
Vygotsky resalta la importancia de la reflexión para promover acciones decididas y la autoconciencia. La reflexión por medio del lenguaje, implica una evaluación del actuar humano. “Mediante el lenguaje se hace accesible el actuar, se trata de una conciencia acerca de lo que se sabe y de la manera en que se construyeron los conocimientos” (Dubrosky, 2000, pp. 115).
Según lo propuesto por Vygotsky, la y el estudiante en su proceso de aprendizaje va a estar guiado por un maestro(a) (adulto) que le va acompañando en esa aprehensión de los conocimientos, es el mediador entre el alumno(a) y los diversos aprendizajes. Se parte de esos conocimientos previos que posee la y el educando, para crear en él nuevos conceptos que a su vez se interrelacionan entre sí, formando todo un bagaje cultural, que ubica al joven de una manera más real en este mundo que le corresponde vivir.
Así la clase se convierte en algo interactivo donde la participación es de todos, donde todos aportan, construyendo de este modo su propio aprendizaje. El potencial de aprendizaje del alumno puede valorarse a través de la denominada zona de desarrollo próximo, a la que hace referencia Vygotsky, ésta posee un límite inferior dado por el nivel de ejecución que logra el alumno(a) trabajando de forma independiente o sin ayuda, mientras existe un límite superior, al que la y el estudiante tiene acceso con la ayuda del docente capacitado (“Vygotsky”, 2004).
En suma, el entorno sociocultural es muy influyente en el desarrollo cognoscitivo del ser humano desde temprana edad, por lo que una mayor interrelación social permitirá un mayor perfeccionamiento de procesos mentales.
La zona de desarrollo próximo que es la posibilidad de aprender con el apoyo de los demás es fundamental; siempre hay posibilidades de crear condiciones para ayudar a los alumnos(as) en su aprendizaje y desarrollo.
Si el aprendizaje o la construcción del conocimiento se dan en la interacción social, entonces la enseñanza -en la medida de lo posible- debe situarse en un ambiente real, en situaciones significativas.
El diálogo entendido como intercambio activo entre locutores es básico en el aprendizaje; desde esta perspectiva, el estudio colaborativo en grupos y equipos de trabajo debe fomentarse; es importante proporcionar a los alumnos(as) oportunidades de participación en discusiones de alto nivel sobre el contenido de la asignatura.
En el aprendizaje o la construcción de los acontecimientos, la búsqueda, la indagación, la exploración, la investigación y la solución de problemas pueden jugar un papel importante.
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Me gusta mucho este articulo.
ResponderEliminarHace como diez anos, la Comision Nacional de Emergencias muy gentilmente me hizo el favor de obsequiarme un juego para ensenar Desastres Naturales, ademas durante una hora me dieron informacion de primera mano para utilizar en el aula.
En este momento estamos usando este material para la tercera unidad,es maravilloso.
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